El rey Felipe VI presidió un acto en el Real Alcázar de la capital hispalense: la clausura del acto institucional del V Centenario de la llegada a Sevilla de la Expedición de la Primera Vuelta al Mundo de Magallanes y El Cano. Es un compromiso que estaba pactado desde hace mucho tiempo y en el que, como es habitual en este tipo de eventos, el monarca tenía previsto leer unas palabras. Sin embargo, la noticia de la muerte de la Reina Isabel II obligó a hacer algunos cambios en su discurso. Así, ha dedicado unas líneas a su "querida tía Lilibeth", como la llamaban en petite comité.
"No es fácil en estos momentos trasladar fielmente nuestro sentimiento profundo, tanto personal y familiar como Institucional, de pérdida ante su ausencia y de inmenso respeto por su figura y trayectoria. La Reina Isabel será recordada como una de las mejores reinas de todos los tiempos por su dignidad, sentido del deber, coraje y entrega a su pueblo siempre y en todo momento".
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